jueves, 8 de junio de 2017

CAPAS DE PERSONALIDAD.


 
 
 
El ser humano es como una cebolla, con capas y capas de personalidad, y detrás de todas esas capas está escondida su esencia. Esa esencia es más como el no-ser que como el ser, porque ser es una limitación, una frontera. Pero nuestro núcleo más interno no tiene límites, es solo libertad, un flujo libre de energía, infinita en sus dimensiones.

A menos que uno vaya pelando las capas de su personalidad hasta el final y redescubra su esencia, uno sigue teniéndola atascada, congelada en su interior. Este bloqueo  te impide fluir, y eres más una roca sólida que un rio.

Pocas veces se tiene el coraje para penetrar hasta el núcleo más profundo del no-ser, entonces uno se convierte en un buda, total, sano, santo.

Tenemos que comprender nuestras capas de personalidad porque ese entendimiento en sí mismo es una fuerza sanadora. Si podemos entender exactamente donde estamos bloqueados, el bloqueo empezara a fundirse.

La primera capa de tu personalidad es la más superficial. Es la capa de las formalidades, de las habilidades sociales. Esta capa es necesaria, no tiene nada malo. Te encuentras con una persona en la calle, y conoces a la persona; si no dices nada y él tampoco dice nada, si no se satisface ninguna formalidad social, ambos os sentiréis muy mal. Hay que hacer algo. No es que digas las cosas en serio, pero son un lubricante social. Favorece y suaviza. Es la capa de: “Buenos días, ¿Cómo estás? ¡Genial! ¡Bien! ¡Hace buen tiempo! Vale nos vemos”.

Esta capa es buena, pero si eres utilizado por ella y te quedas congelado perdiendo todo contacto con tu interior, si nunca vas más allá de esa capa, entonces estas estancado.

En ocasiones, la persona que se queda estancada en la primera capa está evitando relacionarse de forma más vital con los demás. Etiquetas, maneras, palabras, charla siempre en la superficie; no hablan para comunicar, hablan para evitar la comunicación.

Son personas cerradas. No es ninguna sorpresa que su vida sea desgraciada.

Se consciente, y si estas atascado en este nivel, date cuenta; la consciencia misma te ayudara a fundir el bloqueo, a evaporarlo, y tendrás energía disponible para entrar en la segunda capa.

La segunda capa es la de los roles y los juegos. En ella está el: “Yo soy el marido, yo soy la esposa, yo soy el jefe, yo soy el amo, yo soy…..Etc.”. Todos los que se consideran por encima de los demás viven en la segunda capa, la capa de los roles. Cada uno piensa que él o ella es el mejor del mundo.

La del ego es la segunda capa. En ella vives desempeñando roles y teniendo que cambiar de rol continuamente. Cuando te relacionas con alguien que consideras “inferior” asumes el papel de amo, del que manda, para ti el otro es una “no-entidad”. Pero después, vas a la oficina, entra tu jefe y cambias el papel. Ahora no eres nadie, te pones en pie lo saludas etc. Continuamente, durante veinticuatro horas al día, en cada relación tienes un papel diferente que desempeñar.

No hay nada malo en ello; es un drama muy hermoso, siempre que no te quedes atascado en él. Hay que participar, la vida es una obra de teatro; uno tiene que desempeñar muchos papeles, pero no quedarse fijado en ninguno. Porque si el papel se convierte en tu vida y no sabes hacer más que eso, nunca entraras en contacto con la vida misma.

Después hay una tercera capa, la capa del caos. Aquí hay una energía tremenda y no hay reglas. La tercera capa te da miedo. De repente ¡ya no sabes quién eres!. Pierdes la identidad, las reglas desaparecen; surge un caos tremendo, un vasto océano azotado por la tormenta.

Es muy hermoso si lo puedes entender, de lo contrario puede ser terrible. Pero si te mantienes alerta en la tercera capa, si eres consciente y meditativo, entonces sentirás la esencia de la vida, y el caos se convertirá en cosmos.

La Conciencia es un fenómeno transcendente, sabes que todo lo que te rodea es caótico, pero en el fondo de ti no hay caos. De repente estas por encima de él; no estás perdido en él. Cuando has superado el caos, y has afrontado la anarquía del mundo interno, entonces eres capaz de entrar en la cuarta capa.

En la cuarta capa el ego muere; de repente pierdes toda identidad “Tú” ya no estas allí, ahora estas en un lugar donde solo hay vida vibrando: vida desconocida, vida sin nombre. Simplemente VIDA, y tú personalidad no está allí, porque entonces sientes que:

La ola ha desaparecido, se ha integrado al Todo y ahora es el mar.

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