Entre los meses finales de 2013, hasta Julio de 2014,
tendremos un gran ciclo astronómico, la Gran Cruz. Esta se forma con Júpiter en
Cáncer, Plutón en Capricornio, Urano en Aries y Marte en Libra, los planetas al
estar opuestos forman esta Gran Cruz, creando una fuerza enorme, que producirá muchas
tensiones.
Ninguna configuración astral podemos decir que sea mala o
buena, tanto si es una cuadratura, como si es un trígono. Pero no podemos dejar
de lado la potencia que tienen y han tenido a lo largo de la historia estas
configuraciones. Tal como está la situación mundial, y teniendo la Gran Cruz
planetas que afectan a toda la humanidad (generacionales), como es Plutón en
Capricornio, y Júpiter en Cáncer. La tensión, cambios y regeneración o
transmutación, estará en todo lo referente al trabajo, a los cambios económicos
y a la regeneración del planeta.
Todos sabemos que formamos parte de un Todo, que “Como es
arriba es abajo”, por tanto, a nivel personal, sobre todo a quienes pertenecen
a los signos Cardinales (Aries, Cáncer, Libra y Capricornio), sentirán que su
vida está obligada a hacer un gran cambio que lo aprendido, aquello que hemos
considerado la “verdad” en nuestra vida, tiene que ser renovado, aceptando una
nueva visión, una nueva forma de integración, y aunque suponga un gran reto
para nosotros, nos abre la oportunidad de avanzar con pasos de gigante hacía nuestra
superación y evolución.
Aceptar las cualidades de los planetas que forman la Gran
Cruz, y unificar los opuestos, nos servirá para afrontar todo tipo de tensiones,
ya que tenemos mucha ayuda si caminamos junto a sus energías y nos apoyamos en
lo que tienen de positivo. Júpiter, el
planeta benefactor, nos aporta, confianza, optimismo y una actitud de apertura
y generosidad. Al estar situado en un signo de Agua (sentimientos), podemos expandir todo esto a nuestro
alrededor, creando optimismo y armonía. Su opositor, Plutón en Capricornio, signo de Tierra (lo material) nos inclina a
hacer un ejercicio de reflexión sobre el mundo laboral, todo aquello que es
necesario cambiar, la regeneración y transformación de lo instituido en ese ámbito.
No podemos olvidar que Plutón es el regente de Escorpio, y Saturno es el regente de Capricornio, ambos planetas
se han intercambiado de signo para ayudarse en este propósito:
Cambiar aquello que ya no
sirva en el nuevo ciclo de la humanidad.
Miramos lo que completa la Cruz y podemos ver a Urano en Aries,
signo de Fuego (espíritu), esto nos aporta cambios importantes desatando las
cadenas de unos dogmas que no pertenecen a la nueva Era. Es un planeta
futurista, que se siente bien dentro de un grupo, pero sin perder su identidad.
Con el aprenderemos a descubrir lo mejor de nuestro interior, a estudiar
nuestras relaciones personales, apartando de nuestro camino evolutivo cualquier
cosa que nos impida avanzar. No podemos pedirle a Urano seguridad, es el planeta
de los cambios, y de los cambios rápidos, por lo que tenemos que estar
preparados para lo imprevisible. Su opositor Marte, está situado en Libra signo
de Aire (mental) y nos aporta energía y vitalidad, también nos puede proporcionas
rupturas importantes, actuar como ejecutor de una orden superior y estar preparados
es importante, sobre todo para no tomar decisiones precipitadas de las cuales
nos podríamos arrepentir. Con un Marte en esta posición la mejor que podemos
hacer es aprender a canalizar nuestras energías de forma positiva.
Teniendo en cuenta todo lo que significan estas
configuraciones, y las tensiones y retos que
suponen, no dejaremos de agradecer que el Universo no ayude y nos
acompañe en este cambio de Era, en el cual todos podremos unificarnos, siendo
el AMOR nuestro principal aliado.
Sed Felices.
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