EL LOCO
22. COMO VIBRACIÓN NUMÉRICA PERSONAL. El 22 forma parte de los números capitales (11,22,33,44). La persona 22, posee el don de acumular riqueza y poder, en una escala extraordinaria. Alcanzará la grandeza mediante toda clase de recursos, incluidas las personas. Estas riquezas las utilizará para construir un mundo mejor.
Su originalidad le permite encontrar soluciones para problemas que otros consideran insolubles. Tiene el genio de pensar en términos amplios y llega a soluciones prácticas. Trabajador incansable, se porta con honradez y moralidad en sus tratos. Sabe dirigir muy bien a los demás.
El exceso de trabajo y el deseo de poder y control producen un 22 negativo, cuya potencia para el mal le convierte en una persona despiadada y cruel. El exceso de trabajo acarrea también dificultades emocionales.
De opiniones muy firmes, posee una gran sabiduría, que dirige siempre hacia fines prácticos. Tal vez contribuya a determinar el destino del mundo a través de la industria, la política o las profesiones liberales.
La firmeza en la amistad y en todas las relaciones, incluido el matrimonio, le proporcionan una base segura desde la cual enfrentarse al mundo. Posee unas extraordinarias facultades para el mando y la política. Con su esfuerzo, del que extraordinariamente capaz, llegará a ser uno de esos magnates cuyo nombre sobrevive en las buenas obras que realizan.
SIMBOLISMO DEL TAROT: Clave 0 (y 22) el loco (antes y después).
El número 22 ocupa una posición singular en la baraja del Tarot. Teóricamente, los Arcanos Mayores empiezan en la clave 1 y terminan en la 21. Los Arcanos Menores empiezan en el 23, el Rey de Bastos, y terminan en el 78, el Diez de Oros o de pentáculos. Como clave 0, el Loco se sustenta a sí mismo y representa la fuerza de Dios. El 22 parece haber sido omitido.
Sin embargo, puesto que la ciclicidad es la esencia de la vida, esta no puede tener fin. Por consiguiente, el Loco, la clave 0, significa la fuerza vital antes de manifestarse. La clave 22 coincide con la clave 0, el Loco, después de haber pasado éste por las veintiuna claves de los Arcanos Mayores, Para completar el circulo y continuar más allá de la presente encarnación.
El 22 constituye un antiguo símbolo numérico del circulo y, por lo tanto, representa el Alfa y el Omega mediante los cuales el Señor se describe a sí mismo en la Biblia.
La palabra inglesa fool, loco, viene del latín follis, vejiga llena de aire. A todos los genios se les ha llamado alguna vez locos, y a aquello que encierra aire o hálito se le puede llamar una vejiga llena de aire. En este sentido, todos somos el Loco. El Loco significa la supraconciencia, representada aquí con espacio suficiente para dar un paso más, con lo cual se pretende indicar que nunca llegaremos al limite de nuestras posibilidades.
El Sol blanco simboliza la energía radiante universal manando eternamente. Por consiguiente, nunca llega a su cenit. Las montañas hacen referencia a la consecución. A muchos les parecen frías y poco interesantes, pero la nieve derretida forma corrientes desde sus cimas y fertiliza el valle. Del mismo modo, la sabiduría antigua alimenta nuestra conciencia y transforma nuestra vida.
La guirnalda del Loco significa la victoria. Su vara supone un instrumento de medida mediante el cual medimos sin cesar nuestros logros. El morral contiene los recuerdos del pasado, y el águila que lleva sobre él simboliza el despertar de la visión superior hacia aspiraciones más excelsas.
El perro dominado por el Loco representa las formas subhumanas de la vida, que se elevan mediante la evolución de conciencia. La rosa blanca que el personaje sostiene en la mano izquierda indica que su deseo es puro o espiritual y no manchado por los deseos más bajos ni por las pasiones.
El Loco significa aquí la fuerza vital cósmica a punto de descender, inexperimentada, al mundo de la manifestación.
CORRESPONDENCIA ASTROLÓGICA: la Tierra (y Urano).
Dado que el número capital 22 se reduce al 4, la Tierra mantiene su dominio en esta vibración, en unión de Urano, asignado a la clave 0, el Loco. La conciencia es uno de los estadios de la mente. La presencia de Urano vincula aquí la supraconciencia con el poder terrenal indicado por el 22/4. Una combinación del conocimiento espiritual consciente con el uso apropiado y el control de las cosas materiales que ofrece el mundo, incluido el cuerpo, concede el estado perfecto del ser. Una vez conseguido esto, el sujeto no continua por más tiempo atado por las consideraciones terrenales, sino que se limita a usar las cosas materiales con reverencia y respeto.
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