Pulimos nuestro carácter estando en contacto con las personas con las que convivimos y gracias a ellas. Cada una de las personas con las que nos relacionamos, es un espejo en el que vemos parte de nosotros que normalmente no vemos o no queremos reconocer. Del mismo modo que no podríamos ver nuestra cara si no existieran los espejos, así nos reflejamos en los demás y vemos parte de nosotros que de otra manera no veríamos.
Todas las personas que nos rodean nos ayudan a desarrollar, desenvolver o sacar a la luz nuestro ser profundo, a veces con facilidades y otras con trabas. Cada uno de nosotros viene a actualizar las potencialidades que mantenemos en nuestro interior, o lo que somos en lo más profundo de nosotros mismos.
Para actualizar esa potencialidad nos encontraremos con personas, que a veces queriéndonos y protegiéndonos nos ayudan a lograrlo, y otras veces nos ayudan pinchándonos y poniéndonos al borde de caer en la depresión, en la angustia, en la agresividad e incluso en la violencia. Logran así empujarnos en el camino del "conócete a ti mismo".
Todas las personas que nos encontramos en la vida nos hacen caminar. Nos estamos conociendo poco a poco a nosotros mismos y con frecuencia este camino lo hacemos en nuestra relación con los demás y el reflejo que despierta cosas en nosotros. Muchas veces echamos las culpas a los demás cuando en realidad nos hacen ver partes de nosotros que no aceptamos ni queremos.
Hay personas que tienen predisposición a la depresión. Son personas que son frágiles ante la adversidad y pueden llegar a abandonarse. Pueden ser susceptibles y se sienten fácilmente heridos por los demás y creen que las cosas van a ir cada vez peor. Suelen ser pasivos y exigentes con los demás en el plano afectivo. La forma de interpretar los reverses, los contratiempos y las frustraciones tiene que ver con la predisposición o no hacia la depresión.
Dice Pierre Weil: "Según las investigaciones más recientes, la depresión es responsable del cáncer a resultas de su acción sobre el sistema límbico (del cerebro) que produce una disminución de la actividad inmunológica del hipotálamo y el aumento de las células anormales bajo la influencia pituitaria (pituitaria o glándula hipófisis, situada en el cerebro y director de orquesta de las glándulas endocrinas), y por sus relaciones con el sistema endocrino en general".
La depresión tiene que ver con la perdida del sentido de la vida y la falta de relaciones afectivas de apoyo en los momentos de crisis. El aumento creciente de individualismo e incomunicación y la falta de una red de apoyo afectivo ante la caída emocional, son causas importantes de depresión actualmente. La vida en las grandes ciudades favorece, al contrario de lo que pueda parecer, el aislamiento y la soledad.
Terapia de la depresión
Dirigir la energía hacia afuera es el primer paso para romper el ciclo de la depresión. La persona deprimida esta tan ensimismada, vive tan en sí misma que hay que ayudarla a salir de esa situación. Es indispensable que el deprimido abra nuevos horizontes en su vida; precisa desarrollar el interés por el entorno, la naturaleza, hacer ejercicios de observación para estimular el mundo anímico.
Asimismo, es aconsejable que la persona deprimida adquiera un ritmo de vida sano. Mantener un ritmo saludable a la hora de los trabajos, las comidas, las horas de acostarse, etc, puede ser de gran ayuda. Si el deprimido se queda en la cama hasta muy tarde y luego se acuesta tarde se rompe el ritmo de vida saludable, con lo que la depresión se agudiza.
El ejercicio y las técnicas psicorporales pueden ayudar a la persona deprimida. El yoga, la relajación, técnicas de respiración, la expresión emocional y trabajos que faciliten las relaciones humanas pueden ser imprescindibles en el proceso de ayuda. Lo normal es que la persona deprimida se mantenga centrada en su cabeza, encerrada en los pensamientos, en sus negruras mentales.
A través del trabajo psicocorporal, poco a poco se puede lograr que el depresivo aumente el movimiento de su cuerpo, movilice su energía corporal y hacer que descienda la confusión y el ruido mental. Los trabajos de respiración consciente, las técnicas de meditación, relajación y visualización. También los paseos suaves, ejercicios ligeros, y movimientos conscientes con el cuerpo pueden serle de gran ayuda para salir de su oscuro túnel.
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