Amarnos
a nosotros mismos es una de las inversiones más rentables que podemos hacer y
también la mejor manera de actuar; esto significa cuidarnos en el pensamiento,
la palabra y los hechos.
El
hecho de amarnos a nosotros mismos incluye el cuidado del cuerpo, tanto por
dentro como por fuera.
Una
buena salud y un manejo apropiado de nuestro cuerpo son verdaderas señales de
riqueza interior, y pensar correctamente para crear una salud inquebrantable
muchas veces significa abandonar viejos hábitos. Pero, lo más importante es
estar dispuesto a aprender cómo funciona el interior del cuerpo. El cuerpo
tiene gran capacidad de adaptación; el genoma humano está siempre dispuesto a
responder a nuestras necesidades cambiando y aprendiendo a ejecutar nuevas
tareas para mantener el funcionamiento de nuestro cuerpo.
La
fuerza vital nos sustenta, y los códigos electromagnéticos, los patrones para
sanar nuestro cuerpo, están en nuestros genes. Aunque nuestros pensamientos y
sentimientos tienen un poder enorme para activar la energía, a nivel
físico, las células de nuestro cuerpo
requieren un cuidado exquisito para seguir sosteniendo el sistema físico. Las
células del torrente sanguíneo y los órganos reaccionan de acuerdo con lo que
comemos, el agua que bebemos, la calidad del aire que respiramos y la
exposición a la luz solar.
Cuando
más integral sea nuestra alimentación y cuanto más oxígeno aportemos a nuestro
sistema, más vitales estarán nuestras células. Aunque el cuerpo se puede
adaptar bastante y es capaz de
transformar muchas energías tóxicas, nuestro sistema biológico florece mejor
cuando las condicione son óptimas.
La
naturaleza nos aporta las mejores energías, así que, tomaos más tiempo para
nutrir vuestros sentidos en la naturaleza absorbiendo el oxígeno lleno de
energía cósmica que abunda fuera de las contaminadas ciudades, porque en lo
físico, nuestra respiración es el método más directo de intercambio de energía
con el cosmos; además, es el eslabón entre las fueras cósmicas y las complejas
operaciones de nuestro sistema neurológico. La calidad de nuestra respiración
está relacionada con el número de respiraciones que efectuamos en la luz solar.
Durante
las horas del día con sol, de hecho inspiramos una información importante que
está presente en la atmósfera. Un buen hábito de respiración es importante para
aclarar la mente y, si lo practicamos regularmente, el resultado siempre
mejorará nuestro bienestar personal. Recordad centrar vuestra atención
conscientemente en la respiración; esto significa que debemos prestar atención
al proceso dirigiendo la respiración al fondo de nuestros pulmones, moviendo el
diafragma hacia fuera en la inspiración y hacia adentro en la espiración.
Encontrad vuestro propio ritmo y respirad. Una buena respiración restaurará la
vitalidad de nuestro cuerpo.
Respirar
correctamente también sirve para eliminar los residuos emocionales almacenados
en nuestro interior.
Establecer
un contacto consciente con nuestra respiración y centrar la atención en el
momento presente permite disfrutar de la experiencia de tener un cuerpo.
Aportar oxígeno a cada aparte del cuerpo es una de las mejores maneras de
garantizar una buena salud. No obstante, las actividades que mejoran nuestra salud
deben ir acompañadas de la confianza en nosotros mismos un cuerpo enfermo que
está atacado pro creencias que carecen de autoestima.
Se sabe que el cuerpo necesita agua; sin embargo, la gente padece a veces misteriosos dolores y malestar físico (estreñimiento, disfunciones sexuales, migrañas, etc) relacionados con una severa deshidratación del cuerpo. Para una función óptima siempre debemos hidratar nuestro sistema y beber “como mínimo” dos litros de agua pura, limpia y que no contenga flúor, para así hidratarnos y eliminar las toxinas.
El agua es un excelente conductor de la electricidad, y un cuerpo correctamente hidratado puede adecuar fácilmente el aumento de frecuencias electromagnéticas cósmicas que tienen que ser integradas. Dormiréis mejor y disfrutaréis de mucha más energía si bebéis mucha agua. No importan nuestras creencias, pero una dieta prolongada a base de comida rápida, grasienta y frita, procesada con aditivos químicos, sustitutos del azúcar y batidos no aporta ni un solo nutriente para un correcto funcionamiento de nuestras células.
No nos engañemos pensando que es suficiente con tener buenos pensamientos y que nuestro cuerpo se sanará solo mientras continuamos alimentándonos con comida con falta de nutrientes. Debemos ser prácticos con las leyes de la realidad física. ¿Acaso creéis que podéis limpiaros con el pensamiento en lugar de ducharos? El cuerpo debe procesar y aprovechar la calidad y la cantidad de lo que comemos y, si continuamente ingerimos “basura”, en algún momento se atascará y dejará de funcionar.
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