El otoño es
la estación del año que nos prepara para la llegada del frio. Nuestro cuerpo
comienza a hacer cambios preparándose para adaptarse a la estación, que puede
resultarnos difícil de afrontar. Tras el relax del verano, volvemos a la rutina
lo que influye en nuestro estado de ánimo, que puede acabar por los suelos.
Es
importante que aportemos a nuestro organismo aquellos alimentos que nos ayuden
a contrarrestar nuestro desgaste físico y mental. Tendremos que comer alimentos
más “pesados” y caloríficos, beber líquidos calientes, hidratarnos más y
procurar adoptar nuestro ritmo a la naturaleza que comienza a ralentizarse
antes de “dormir” el sueño invernal.
El naranja
es el color del otoño. Corresponde al Chakra asociado a la creatividad, la confianza
en uno mismo, las relaciones con los demás, el deseo y la sexualidad. Se ubica
justo debajo del ombligo y gobierna los órganos sexuales y (en las mujeres) el
útero. Si tenemos equilibrado este Chakra, nos sentimos fuertes, en sinergia
con nuestras emociones. Se asocia también al agua, por lo que conviene
hidratarnos bien.
Estos son
algunos de los alimentos que nos pueden ayudar este otoño.
Calabaza:
Esta hortaliza es rica en potasio, vitamina B y fibra.
Kiwis: Es
una de las frutas con mayor concentración de vitamina C, es una gran fuente de
potasio y cobre. Su alto contenido en fibra nos puede ayudar en caso de tener
problemas para ir al baño.
Manzanas:
Son ricas en antioxidantes y fibra. Se pueden tomar crudas, asadas o en
compotas.
Granadas:
Tienen un aporte calórico bajo. Con gran contenido en vitamina C, además es
rica en ácido málico, flavonoides (pigmentos con acción antioxidante), taninos,
sustancias con propiedades astringentes y antiinflamatorias.
Coles: De
Bruselas, la coliflor, el repollo, la lombarda o el brócoli, son ricas en
vitamina C, en hierro, y tienen fitoquímicos con acción antioxidante.
Fortalecen el sistema inmune, por lo que son ideales para combatir los
resfriados.
Cúrcuma: Es
de gran ayuda para combatir la dispepsia, digestiones lentas, gastritis,
enfermedades hepáticas. Es antinflamatoria, estimula el sistema nervioso pero
además tiene efectos en el sistema inmunitario y el estado de ánimo.
Zanahorias: Son muy ricas en fibra, ácido fólico, potasio, calcio, magnesio
y vitamina C. Pero si en algo destacan las zanahorias sobre los demás
vegetales es en su gran aporte en vitamina A y antioxidantes. Su color
anaranjado es debido a unos pigmentos vegetales con propiedades
antioxidantes, llamados betacarotenos.
Naranjas: La naranja es un poderoso
antioxidante por la gran cantidad de Vitamina C que contiene, por ello favorece
la cicatrización, y refuerza es sistema inmunológico de organismo. También
contiene calcio, magnesio, beta caroteno, ácido fólico, fósforo, potasio,
cobre, zinc, ácidos málico, oxálico, tartárico y cítrico.
Papaya: La
papaya es sumamente rica en antioxidantes, entre
los que destaca especialmente el contenido de licopeno, un
carotenoide natural que contribuye a la particular coloración de esta fruta, y
que es precisamente la que aporta esas cualidades antioxidantes.
Boniatos: fuente
excepcional en antioxidantes. Tiene tanto betacaroteno como las zanahorias y tanta vitamina C como las
patatas, pero además contiene potasio, hierro, calcio, magnesio fósforo y fibra
en cantidades significativas. Moderado en proteínas (1,7%), sus nutrientes
mayoritarios, sin embargo, son los hidratos de carbono, que se absorben
lentamente sin provocar subidas de insulina.
Pomelo:
1) Carbohidratos. El agua es el componente más abundante, con algo más de un
90 por ciento del pomelo. Fuente de vitamina C, ácidos málico, oxálico,
tartárico y cítrico. Flavonoides. Minerales, fibra y carotenoides.
Melocotones:
Cien gramos de melocotón nos proporcionan tan solo
39 calorías. Esta fruta es rica en minerales, nos proporciona calcio, potasio,
fósforo, hierro y manganeso. Además contiene Provitamina A,B1, B2 y C. También
nos aporta fibra. Son ricos en flavonoides.
Estos son
algunos de los alimentos que nos ayudaran este otoño, pero hay muchas más cosas
que nos pueden ser de gran ayuda por ejemplo; nuestra actitud para preparar la
comida, el amor es el mejor ingrediente y no dudéis que al comer ese amor
volverá a vosotros a la vez que nutre a los demás.
Recordar que
sonreír produce un efecto calmante y desestresante y disminuye el ritmo cardiaco. Al sonreír, dieciséis
músculos faciales trabajan simultáneamente.
Nuestro cuerpo libera endorfinas, de forma parecida a cuando corremos,
se trata de una autentica gimnasia cerebral. Y si pensáis que al enfadarnos
consumimos mucha energía, comprenderéis que nos interesa sonreír.
De manera
que…
Usa
tu sonrisa para cambiar el mundo y no dejes que el mundo cambie tu
sonrisa.-AnónimoFeliz otoño