lunes, 15 de diciembre de 2025

EL ENGAÑO




EL ENGAÑO

Estamos viviendo unos cambios que parecen estar destapando todo lo que significa engaño, mentira y manipulación de la sociedad. Pero no podemos olvidar que la sociedad la formamos nosotros, y por lo tanto es interesante que nos preguntemos que parte de ese engaño o mentira aportamos, por supuesto la mayoría de veces sin darnos cuenta, de una forma casi rutinaria, ya que nos hemos criado en un mundo de ilusiones y creencias.

Lo más importante, y es lo que nos sirve en estos momentos de apoyo, para crear una nueva forma de vida, es saber que los engaños, las fantasías, se disuelven cuando dejamos de creer en ellas, mientras que la verdad, tu verdad, sobrevivirá. La verdad no necesita justificaciones, ni el apoyo de nadie, ya que cualquier mentira se derrumba ante ella.

Nacemos y nos adaptamos al mundo según la educación recibida, pero al hacernos adultos podemos elegir entre, creer la “verdad” de los demás, o elegir nuevos caminos.
En este caminar puede que nos hagamos algunas heridas, al comprobar que nos han manipulado, mentido o engañado, personas de nuestro entorno, no importa, porque si analizamos nuestros actos, seguro que en algún momentos hemos hechos algo similar.

Entonces en lugar de juzgar o condenar, podemos plantearnos iniciar el camino de la recuperación, hacia la sinceridad, y solo hay un camino: el perdón.

Pero no creas que tienes que perdonar a los demás, no, el perdón es un acto de amor que empieza por uno mismo, ya que mediante el perdón, sanas tu mente y tu cuerpo y, sin darte cuenta comprendes que ya has perdonado todo aquello que te causaba dolor, y que visto de esa manera no tenía mayor importancia.

Hay muchas terapias que nos ayudan a perdonar a nuestros padres, a nuestros maridos, amantes, hijos, amigos etc, la lista puede ser interminable. El terapeuta te ayuda a canalizar tu ira, tu rencor, o cualquier otro trauma emocional que sientes y verdaderamente cuando terminas te sientes mucho mejor.

De pronto, a los pocos días, se presenta el causante de uno de tus nudos emocionales delante de ti, ¿Qué ocurre?. Pues que todo lo que tenías en tu interior vuelve y que las soluciones solo han sido momentáneas.

Cuando nos mienten o nos hacen algo que nos duele, convertimos el hecho en un asunto de orgullo, porque nos sentimos humillados, y nuestra reacción pasa del dolor a la ira, sintiéndonos reforzados si no perdonamos a la persona y la excluimos de nuestra vida.

Eso es un engaño, nuestro engaño, y comenzamos a hacer la cuestión más grande, buscando argumentos que nos impidan perdonar, con lo cual nos pasamos el tiempo creando más y más mensajes destructivos y dolorosos haciendo participes a nuestro entorno de nuestra desenfrenada energía emocional.

Empieza a recordar porque te sentiste herida con determinada persona, y a continuación reflexiona sobre algo que hiciste o dijiste que pudiera lastimar a alguien. Te darás cuenta entonces de que la mayoría de veces las palabras y los actos que te hieren no tienen nada que ver contigo, son la reacción de problemas de tu propia mente, de algún personaje secundario de tu interior.

Si adquieres esa conciencia, y no te tomas las cosas como algo personal, la comprensión y la compasión te conducirán al perdón. Todo es cuestión de proponernos participar activamente en el cambio, hasta que se convierta en un hábito, hasta que en un determinado momento nos demos cuenta de que estamos libres de ataduras. Te acepto como eres, me acepto como soy, y ambos crecemos y evolucionamos en la Unidad y el Amor.


domingo, 14 de diciembre de 2025

LA HISTORIA DE LA NAVIDAD

 


La Historia de la Navidad

Los Primeros Orígenes: Celebraciones Paganas del Invierno

Antes de que la Navidad fuera asociada al nacimiento de Jesús, diversas culturas ya celebraban el solsticio de invierno, el día más corto del año. En esta época, las civilizaciones antiguas rendían homenaje a las fuerzas de la naturaleza, buscando iluminar la oscuridad con festivales llenos de símbolos de renovación y vida.

La Saturnalia: Fiesta de Placeres y Regalos en Roma

En la antigua Roma, uno de los festivales más importantes era la Saturnalia, una celebración en honor al dios Saturno que se realizaba entre el 17 y el 23 de diciembre. Durante esta festividad, las normas sociales se relajaban: los esclavos podían cenar con sus amos, los regalos se intercambiaban y las casas se decoraban con ramas de laurel. Los romanos también celebraban una especie de "fiesta sin reglas", lo que hacía de la Saturnalia un festival de alegría y desenfreno.

Sol Invictus: La Victoria del Sol sobre la Oscuridad

El 25 de diciembre también era el día en que los romanos celebraban el nacimiento del Sol Invicto (Sol Invictus), una deidad relacionada con la luz y la renovación. Era un símbolo de esperanza, pues este día marcaba el retorno de los días más largos, cuando el sol volvía a ganar fuerza. Esta celebración fue adoptada por el cristianismo, en un intento de integrar las antiguas costumbres en la nueva fe.

El Nacimiento Cristiano: La Navidad como Festividad Religiosa

Aunque el nacimiento de Jesús no tiene una fecha específica en los evangelios, en el siglo IV el emperador romano Constantino y la iglesia cristiana decidieron fijar el 25 de diciembre como el día para conmemorar el nacimiento del Salvador. Esta decisión ayudó a cristianizar las festividades paganas que se celebraban durante el solsticio de invierno, facilitando la transición de muchas personas al cristianismo.

El Concilio de Nicea, en el año 325, declaró oficialmente este día como la fecha para celebrar la Navidad, alineándose con las tradiciones romanas y al mismo tiempo, dando un nuevo significado religioso al evento.

Tradiciones que se Fusionaron con la Navidad

A lo largo de los siglos, la Navidad fue incorporando costumbres de diversas culturas, creando una festividad llena de simbolismos, rituales y prácticas familiares.

El Árbol de Navidad: Un Símbolo de Vida Eterna

La tradición del árbol de Navidad tiene sus raíces en las antiguas celebraciones germánicas. Los pueblos nórdicos, por ejemplo, decoraban árboles perennes como símbolo de la vida eterna y la esperanza. Con el tiempo, esta tradición se fusionó con la Navidad cristiana, y en el siglo XVI, en Alemania, se comenzó a decorar el árbol con velas y adornos. Hoy en día, el árbol de Navidad es una de las tradiciones más representativas de esta festividad.

Santa Claus: La Generosidad de San Nicolás

Uno de los personajes más populares asociados a la Navidad es Santa Claus, conocido también como Papá Noel. Su figura tiene origen en San Nicolás de Mira, un obispo cristiano del siglo IV, reconocido por su generosidad, especialmente hacia los niños pobres. Con el paso del tiempo, las leyendas sobre él se fusionaron con tradiciones europeas, y su imagen moderna, con traje rojo y barba blanca, fue popularizada en el siglo XIX, especialmente por la publicidad de Coca-Cola en los años 30.

La Navidad en la Edad Moderna: Un Encuentro de Culturas y Costumbres

Durante el siglo XIX, la Navidad sufrió una transformación significativa. Con autores como Charles Dickens, la festividad pasó a ser un momento de reflexión sobre el bienestar social y la generosidad. "Cuento de Navidad" (1843) ayudó a consolidar la idea de que la Navidad debía ser un tiempo para compartir con los demás, especialmente con los más necesitados.

A lo largo de los años, las costumbres como el intercambio de regalos, las cenas familiares y las decoraciones festivas se han ido perfeccionando, hasta convertirse en los elementos tradicionales que hoy conocemos. FELIZ NAVIDAD 2025


sábado, 13 de diciembre de 2025

LAS OCHO DIMENSIONES.....



LAS OCHO DIMENSIONES DEL SER HUMANO

Cuando comprendes, cuidas y promueves cada área que te define, como la espiritual, la ético-moral y la cognitiva, aumentas tu potencial para lograr objetivos y trabajas en tu bienestar.

Pocas cuestiones son más complejas y apasionantes que entender cómo somos los seres humanos. Podemos, sin duda, echar mano de la clásica definición dualista para visualizarnos como una entidad formada por un cuerpo y una mente. Sin embargo, las personas somos mucho más que un envoltorio físico y un cerebro que procesa la realidad que le envuelve.

Lo cierto es que cada uno de nosotros somos lo que sentimos, lo que pensamos y hasta aquello en lo que creemos. Nos define nuestra historia pasada e incluso la cultura que nos contiene. Asimismo, cada una de estas esferas se relacionan entre sí para mediar en tu bienestar o en tu infelicidad. Comprenderlas y trabajarlas te permitirá, sin duda, promover tu plenitud. Profundicemos en ellas.

1. Dimensión física

Empecemos por lo más básico: el cuerpo. Podríamos decir sin equivocarnos que la calidad de vida no existe si no hay salud física. Su estado y el buen funcionamiento de todos sus procesos fisiológicos es la piedra angular del bienestar del ser humano. Una nutrición saludable, una correcta higiene del sueño y el ejercicio, influyen el equilibrio general del organismo.

Ahora bien, la auténtica satisfacción llega cuando cuerpo y mente están en armonía, y esto implica atender aspectos como la autoestima o disponer de herramientas de regulación emocional. Asimismo, hay un elemento clave en esta materia, y es el que nos señalan en la revista Body Imagedesarrollar una buena aceptación corporal es esencial para la salud mental.

Cómo practicarla. Para atender el adecuado equilibrio entre la dimensión física y las diferentes áreas que te definen como persona, te ayudará practicar yoga o el mindfulness. Son estrategias muy beneficiosas para lograr esa sintonía entre cuerpo y mente. Asimismo, la técnica de la neutralidad corporal (aceptar sin juicio tu aspecto físico) es otra herramienta idónea.

2. Dimensión emocional

Las personas somos seres emocionales que razonan. Por ello, a la hora de comprender las dimensiones del ser humano, no podemos dejar de lado este plano. Tus emociones están detrás de cada decisión, de cada sueño que te motiva, persona que amas y de tu capacidad para adaptarte a los cambios y desafíos. Es más, muchos de esos estados psicofísicos pueden mediar en tu salud física,

Por otro lado, si hay algo que se ve con frecuencia en la práctica clínica, es a personas que no saben regular su frustración, su ira, sus enfados… La carencia de habilidades en esta área deriva en sufrimiento y malestar. De hecho, somos una sociedad dominada con frecuencia por la ansiedad y el estrés, que dificultan nuestra plenitud humana.

Cómo practicarla. Para integrar la dimensión emocional con el resto de características, te ayudará desarrollar la inteligencia emocional, así como técnicas de regulación y expresión emocional. Llevar un diario, pintar o escribir poesía puede ser catártico. Mejora tu conexión con los demás y reflexiona en los valores que guían tus acciones. Todo ello te permitirá vivir con mayor armonía.

3. La dimensión cognitiva

Lo cognitivo o intelectual se refiere a todos esos procesos mentales tan afinados involucrados en tu conocimiento. Ejemplo de ello es la percepción, la memoria, el razonamiento, la creatividad, la resolución de problemas, entre otros. El desarrollo de estas áreas no solo contribuye a tu rendimiento académico y profesional. Además, podrás hacer frente a las dificultades con mayor efectividad.

Asimismo, debemos destacar que este plano ejecutivo o intelectual también está ligado a las distorsiones cognitivas, o a esas interpretaciones rápidas y erróneas que solemos hacer de la realidad. Los enfoques mentales automáticos nos pueden ocasionar problemas, como tomar malas decisiones, caer en prejuicios o no poder llegar a acuerdos con nuestro entorno social.

Cómo practicarla. El desarrollo cognitivo implica mantener activa la mente a través del aprendizaje continuo, la resolución de problemas y el pensamiento crítico. Leer, resolver rompecabezas o instruirse sobre un idioma nuevo son actividades que estimulan esta dimensión. Por ejemplo, aprender a tocar un instrumento musical ejercita la memoria, concentración y fomenta la autoexpresión (dimensión comunicación-expresiva).

4. Dimensión comunicativo-expresiva

Una comunicación clara y asertiva es esencial para la interacción social y el establecimiento de relaciones saludables a través de la pertenencia. Y no solo esto, hablar de forma respetuosa y hábil te permite resolver conflictos, lograr objetivos y promover una buena regulación emocional. Ten presente que cuando reprimes lo que sientes y necesitas, el bienestar se debilita.

Asimismo, la comunicación es una herramienta de poder en nuestra sociedad. El lenguaje y sus diferentes canales de expresión han facilitado la evolución del ser humano en multitud de áreas, como, por ejemplo, en la cultura. Las personas necesitamos de esa expresividad y los canales que la facilitan para conectar, avanzar y enriquecer nuestros vínculos.

Cómo practicarla. Para ejercitar esta dimensión, no dudes en aprender habilidades de comunicación asertiva, a través de juegos de rol o ejercicios de escucha activa. Asimismo, para conectarla con la dimensión social, emocional y cultural, participa en grupos de debate o talleres de teatro. Con estas actividades también fortalecerás los lazos sociales y fomentarás tu autoconfianza.

5. Dimensión social

Entre las dimensiones del ser humano hay una esfera que la sustenta: la social. Tu interacción y conexión con los demás y con la sociedad que te rodea, edifica la persona que eres. Las personas necesitamos establecer vínculos para sobrevivir y para desarrollarnos. El bienestar implica formar parte de una comunidad y compartir experiencias.

Por ello, uno de los mayores desafíos que tenemos en la actualidad es atender y prevenir la soledad. El aislamiento no deseado se traduce en sufrimiento e incluso en enfermedad. Además, realidades como sentirse rechazado o sufrir bullying generan, con frecuencia, traumas profundos.

Cómo practicarla. Procura pasar más tiempo con tu familia y amigos. Busca personas que compartan tus valores, figuras empáticas en quienes confiar. Participar en voluntariados o apuntarte a cursos o talleres de áreas que te apasionen, contribuirá a fortalecer tus vínculos sociales y mejorará tanto tu satisfacción personal como tu sentido de propósito (dimensión espiritual)

6. Dimensión cultural

La dimensión cultural está relacionada con los valores, creencias y costumbres que una persona adquiere a lo largo de su vida. Esta realidad también conforma una dimensión decisiva en el ser humano. Al fin y al cabo, la cultura es un marco de referencia dentro del cual interpretamos el mundo y nos relacionamos con él.

Por ejemplo, una persona que crece en una cultura que valora la colectividad sobre el individualismo puede desarrollar una fuerte orientación hacia el bienestar del grupo, en lugar de enfocarse solo en sus intereses. En el reverso, estaría lo que vemos en nuestra actualidad: una cultura que enfatiza la tiranía de la belleza y los cuerpos perfectos, dimensiones que contribuyen a crear problemas de auto-concepto y autoestima.

Cómo practicarla. El área cultural se enriquece participando en actividades que amplíen tu comprensión del mundo sin caer en prejuicios y estereotipos. Es importante, a su vez, que apliques un pensamiento crítico, porque no todo lo que transmite la cultura de una sociedad, sea la que sea (creencias, imágenes y narrativas) puede ser saludable.

7. Dimensión ético-moral

¿Alguna vez te has visto obligado a llevar a cabo una acción que iba en contra de tus principios? Puede que en tu trabajo hayas pasado por esta tesitura y, en efecto, tras actuar en contra de los propios pilares éticos, aparece la culpa y la angustia moral. Algo así es un atentado contra lo que somos, lo que valoramos y nos caracteriza.

La dimensión ética-moral, definida por nuestros principios, normas y valores, guía nuestro comportamiento. Es más, las conductas nutridas por unos buenos cimientos éticos hacen más noble una sociedad, la enriquecen y le dan trascendencia. Se trata de una esfera que media en el bienestar psicológico e incluso en el tejido social que nos rodea.

Cómo practicarla. La dimensión ética-moral se desarrolla a través de la reflexión sobre nuestras decisiones y valores. Para tal fin, puedes llevar un diario para analizar si tus acciones están alineadas con tus valores. Asimismo, realizar debates sobre dilemas éticos con otras personas  y leer libros sobre filosofía también te será de ayuda.

8. Dimensión espiritual

Esta área no está relacionada solo con las creencias religiosas. Para alcanzar un adecuado equilibrio entre todas las dimensiones del ser humano es importante valorar aquello que te ofrece trascendencia y paz interior, al igual que un significado vital sólido y cargado de esperanza. Algunos lo encontrarán en la meditación, otros en la naturaleza, en el budismo o en el cristianismo.

La espiritualidad es creer en algo que te otorga consuelo y resiliencia en momentos difíciles. Esto, como podemos deducir, tiene sin duda un gran impacto en el bienestar físico y mental. Es mirar a través de un prisma que te sostiene, que te guía y te permite hallar fe cuando todo va mal e incluso mantener una actitud positiva en el quehacer cotidiano.

Cómo practicarla. Para integrarla con las demás dimensiones, puedes recurrir a actividades como el mindfulness, pasear por escenarios naturales, participar en actividades grupales espirituales con otras personas, leer libros sobre filosofía, religión, antropología…Todo ello puede enriquecer tus relaciones sociales, tu bienestar y hasta el entendimiento cultural.

En la armonía está la felicidad

Desde una perspectiva psicológica, el equilibrio entre estas dimensiones descritas edifica el sustrato del bienestar humano. Es cierto que no resulta sencillo lograr esa sintonía absoluta entre, por ejemplo, lo físico, lo social, lo cultural y lo emocional. Vivimos en escenarios muy complejos donde las desigualdades o la competitividad afectan a la salud mental y física.

Dentro de ese marco de dificultades es esencial que procuremos priorizarnos y hallar mecanismos de autocuidado. No pierdas de vista que cada dimensión del ser humano es una invitación directa a una existencia más rica y satisfactoria. Solo una mirada holística, sabía y autocompasiva podrá actuar como nuestra mejor aliada para lograr esa armonía absoluta en cada esfera.


jueves, 4 de diciembre de 2025

COMO CULTIVAR LA DISTANCIA MENTAL



COMO CULTIVAR LA DISTANACIA MENTAL

1.  Piensa en el Tiempo y el Espacio: Ante un problema, pregúntate cómo lo verías dentro de una semana, un mes o un año. También, imagina que lo observas desde lejos, como si fueras un extraño mirando la situación. Esta práctica ayuda a reducir la intensidad emocional del momento.

 

2. Despersonaliza las Situaciones: Los estoicos nos recuerdan que muchas acciones de los demás no tienen que ver con nosotros, sino con sus propias circunstancias y perspectivas. Cuando alguien actúa de forma negativa, considera que puede estar lidiando con sus propios desafíos, en lugar de tomarlo como un ataque personal.

 

3. Haz una Pausa Consciente: Antes de reaccionar ante una situación, haz una pausa breve para respirar profundamente. En ese instante, pregúntate si tu respuesta es racional y alineada con tus valores.

 

4.  Recurre a la Visualización: Epicteto sugería imaginar los eventos difíciles como una obra de teatro en la que tú no solo eres el actor, sino también el director. Desde esta perspectiva, puedes analizar cómo deseas interpretar tu papel en lugar de reaccionar de forma automática.

 

Cómo Dominar esta Técnica

La distancia mental es una habilidad que se perfecciona con la práctica diaria. Al principio, puede ser complicado detener el impulso emocional, pero con el tiempo se convierte en un reflejo natural. Una estrategia práctica es mantener un diario donde anotes las situaciones difíciles del día y reflexiones sobre cómo podrías haberlas manejado con mayor distancia mental.

 

También puedes practicar con ejercicios de meditación enfocados en la observación de tus pensamientos, permitiendo que pasen como nubes en el cielo, sin aferrarte a ellos.

Aplicaciones en la Vida Moderna

En la era de las redes sociales, donde una simple publicación puede desencadenar una ola de emociones, la técnica de la distancia mental es un antídoto esencial. Antes de responder a un comentario negativo o sentirte abrumado por la comparación constante, detente y pregúntate: “¿Esto define quién soy? ¿Es realmente importante en el gran esquema de las cosas?”.

 

En las relaciones personales, esta técnica ayuda a evitar malentendidos y conflictos innecesarios. Al observar una discusión desde la perspectiva de un observador neutral, puedes responder con empatía y claridad en lugar de reaccionar desde la emoción inmediata.

 

Al final del día, la distancia mental nos recuerda que no somos esclavos de nuestras emociones ni de las circunstancias externas. Al aprender a observar nuestras experiencias desde una perspectiva más amplia, encontramos un refugio de calma y sabiduría en medio del caos. Este enfoque no solo mejora nuestra capacidad para manejar los desafíos, sino que también nos acerca más a la libertad interior que los estoicos valoraban tanto.

 

lunes, 1 de diciembre de 2025

GALANGA



GALANGA

Las propiedades de esta planta son conocidas desde hace siglos en Asia y Oriente Próximo. Aparte de utilizarse en la cocina asiática, la galanga también es conocida por sus efectos afrodisiacos, se le otorga la facultad de calentar el cuerpo y estimular la libido. Fueron los médicos árabes los que introdujeron la galanga en Europa.

En la época de la Edad Media, se consideraba como un remedio muy importante. En la India y en China, esta raíz similar al jengibre es una de los medicamentos más apreciados por su poder  de curación desde la Antigüedad. En el Ayúrvera se prescribe como carminativo y tónico general. La medicina china alaba sus méritos para los trastornos digestivos y para no coger frío.

Descripción botánica

La galanga es originaria del este de Asia y forma parte de la familia de los Cingiberáceas, es un arbusto de hojas lineales que pueden alcanzar los 30 centímetros de longitud y también se conoce como jengibre rojo o de Laos. El rizoma de esta planta produce unos frutos pequeños de color rojo anaranjado.

Desde los rizomas nudosos, alargados y rojizos brotan tallos con hojas que pueden alcanzar los dos metros de altura. Dichos rizomas están recubiertos de una piel parda con anillos circulares pálidos. La galanga se cultiva actualmente en Malasia, Indonesia, Tailandia, Laos, Camboya, Vietnam y la India.

Nombre científico……………….Alpínia galanga

Nombre en Ingles………………Galanga root

Familia botánica………………   Cingiberáceas (zingiberaceae)

Parte de la planta destilada……Rizoma

País de producción……………..Sobre todo en la India

Principios bioquímicos

Ésteres (en torno al 48%), óxidos 1,8 cineol y monoterpenos.

Indicaciones terapéuticas tradicionales

Debilidad inmunitaria del aparato respiratorio expectorante, mucolitico, antiséptico y espasmolítico.

Trastornos del ritmo cardiaco (arritmias) e infarto. Bronquitis asmatiforme, bronquitis crónica y asma.

Nerviosismo, sensación de falta de oxígeno y agitación.

Insuficiencia digestiva, retortijones y cólicos.

Propiedades e indicaciones energéticas

Ayuda a encontrar paz y dignidad, Favorece la circulación del flujo energético en toda la zona del tórax. Une el chakra del corazón al chacra del cuello. Aporta una sensación de levedad y libertad. Transmite una sensación de seguridad. Ayuda a plasmar ideas. Atrae la verdad. Apoya las fuerzas de la curación. Ayuda al cuerpo físico a sentir mejor el flujo energético en el organismo. Crea espacio y vació. Crea armonía entre lo masculino y lo femenino. Crea armonía entre dar y recibir.

Rituales y prácticas

Otro de los aceites esenciales olvidados en aromaterapia a pesar de su indiscutible eficacia.

Los asmáticos quedarán aliviados con la siguiente mezcla de aceites esenciales:

60 gotas de Alpínia galanga. 60 gotas de Hyssopus decumbens.

Aplicar cada hora en el hueco del cuello y la zona del corazón.

A quien le cueste plasmar y concretar ideas, se recomienda inhalar alternativamente galanga, elemí y laurel por el día durante 9 días. Descansar durante 4 días y repetir si es necesario.

En las personas cuyo lado masculino domina el femenino o viceversa y las personas con desequilibrio entre dar y recibir, pueden hacer el siguiente ejercicio de meditación:

Aplicar una gota de galanga en el hueco del cuello, echar unas gotas en la palma de las manos y colocarlas delante de la nariz para respirar profundamente el aroma. Sacudir todo el cuerpo y acostarse boca arriba (posición Savasana).

Relajarse y observar con tranquilidad la respiración, los pensamientos y las emociones.

Imaginar una brisa de viento acariciando el cuerpo. Imaginarse que nos dejamos envolver y llevar por una nube azul. Situar la conciencia a la altura del cuello e imaginar una esfera de color azul allí colocada. Formular preguntas concretas a Vishuddhi, el chacra del cuello, por ejemplo: ¿Por qué estoy dudando sobre mi aspecto femenino (o masculino)? ¿Por qué prefiero dar que recibir?

Se puede establecer directamente un diálogo con Vishuddhi, anotando las respuestas que nos vienen a la mente sin analizarlas ni valorarlas.

Repetir el ejercicio durante siete días consecutivos.

Aromaterapia energética

Asociado al chakra del cuello (Vishuddhi). Une Anahata a Vishuddhi. Color: azul

Contraindicaciones

Ninguna.